Sunday, January 7, 2018

El Bautismo de Señor Jesucristo.

Sobre este acontecimiento hablan los Cuatro Evangelistas: Mateo 3:1-17, Marco 1;1-11, Lucas 3;1-22 y Juan 1:15-33. Cuando se acercó el tiempo para Nuestro Señor Jesucristo de comenzar Su servicio social, Dios envió a Profeta Juan el Bautista con la predica de Penitencia con el fin de preparar el pueblo hebreo para recibir al Esperado Mesías. El comienzo de la Prédica de Juan el Bautista, según San Lucas, corresponde a 15- Año del reinado del emperador Tiberio en Roma. Era el año 779 desde la fundación de Roma, o el año 30 de la era Cristiana. En este tiempo Jesucristo vivía en Su ciudad de Nazaret, en la parte norte de la Tierra Santa - la Galilea, donde se estableció la Santa Familia, desde el tiempo del asesinato por Herodes de los infantes de Belén.
La predica del Profeta Juan era muy Simple, pero llegaba al alma misma de sus oyentes. "Arrepentios, porque que se ha acercado el Reino de los cielos." El lugar de la predica de Juan era el desierto de Judea, región poco poblada en los bordes occidentales de Jordán y el Mar Muerto. Era un lugar muy accidentado con colinas rocosas y lechos de cursos de agua secos, con una vegetación muy escasa. Por eso se llamaba - desierto. El Profeta Juan era el hijo de los justos Zacarías y Isabel. (Zacarías era Sacerdote e Isabel Procedía de la familia del rey David). Juan quedó huérfano en edad temprana y creció en el desierto, donde llevaba una vida muy severa. Su vestimenta estaba hecho de tela de la lana del camello con un cinturón de cuero. Se alimentaba de acrides (una especie de langosta) y de miel silvestre.
Después de las enseñanzas tediosas de los eruditos judíos y que se referían principalmente al exacto cumplimiento de distintas ceremonias religiosas, la Prédica de Juan el Bautista corrió por Judía como una ráfaga de aire fresco. Los habitantes de Jerusalén, Judea, y hasta Galilea y Samaria, en tropel se dirigían para escuchar la palabra viva y inspirada del Profeta de Dios.
700 anos A.C. el Profeta Isaias en su libro predijo la predica de Juan el Bautista. Isaias llamo al Profeta Juan: "La voz que clama en el desierto" (Is. 40:3), El tenia que: "Preparar camino a Jehová; enderezar la calzada en la soledad a nuestro Dios." Predijo también sobre Juan el Bautista, el ultimo de los Profetas del Viejo Testamento, Malaquias, quien vivió unos 400 an
Años antes de Cristo. El llama a Juan - Angel del Señor y hablando de parte de Dios dice: "Yo envío Mi Mensajero, el cual Preparará el camino delante de Mi; y vendrá subitamente a Su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el Angel del pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová Sabaot" (De los ejércitos)
(En Griego Angel significa el Mensajero; Mal. 3:1-2; 4:5; Mar. 1:1; Mat. 11:14 y 17:12).
Con el llamado a la penitencia, el profeta Juan sugería a los hebreos la necesidad de comprender profundamente sus errores, condenar su vida pecaminosa y comenzar una vida nueva, basada sobre las leyes Divinas. La Palabra "Penitencia," En Griego - Metanía, Significa cambiar su modo de pensar, comenzar a mirar la vida en forma nueva. Con todo eso, el profeta insistía que la Penitencia debe ser Sincera, completa, seguida por la Corrección de uno y Obras de bien. "Haced, pues, frutos dignos de Arrepentimiento" - decía el Profeta a los judíos. A la frecuente pregunta "que hacer?" el Profeta contestaba: "El que tiene dos túnicas, que dé una al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo." En otras palabras: hagan el bien, ayuden al necesitando. A los publicanos (recogedores de impuestos) inculcaba de no exigir mas de lo debido. A los soldados les enseñaba de no hacer daño a nadie, no calumniar y estar satisfechos con sus sueldos.
Pero no todos los judíos venían al profeta con la sed de oír la palabra Divina viva, y con la intención de corregirse. Algunos venían por vana curiosidad, o para sorprenderlo en alguna palabra imprudente y acusarlo luego ante las autoridades. Los que no lo aceptaban eran los letrados y los fariseos, quienes envidiaban su gloria y temían perder su propia autoridad sobre el pueblo. Ellos estaban orgullosos de sus conocimientos de la ley y su "santidad ceremonial," despreciando a la gente simple y no letrada. El Profeta Juan, viendo la falsedad y la maldad de las autoridades judías y su falta de deseo de volver a Dios, los acusaba abiertamente y en forma muy severa, diciendo: "Generación de víboras, quien os enseñó a huir de la ira venidera de Dios?"
En cambio, a los que hacían la Penitencia y Confesaban sus pecados abiertamente, el Profeta Juan Bautizaba en el Río Jordán. El Bautismo Consistía en la Inmersión del penitente con Oración en el agua, que simbólicamente Significaba su Purificación de los Pecados. (En Griego "Baptízo" es Sumergir). El Bautismo del Profeta Juan todavía no era el Bautismo Cristiano de Gracia, sino una preparación a éste.

Llamando al Reino de Mesías Celestial, el profeta Juan daba a entender que este Reino no será tal, como se representaban erróneamente la mayoría de los judíos como un reino rico y poderoso. El Reino de Mesías será celestial - Espiritual, que lleva a la gente hacia Dios, y otorga a los hombres una renovación moral.

Algunos judíos, viendo a Juan, se preguntaban si el no es ya el Esperado Mesías? Pero el profeta Juan negaba enérgicamente este concepto, explicando que su misión es solo preparar a los hombres para recibir al Mesías, que vendrá. Él, Juan, los Bautiza con el agua en el Sentido de Penitencia. Mesías los Bautizará con "Espíritu Santo y Fuego." En otras palabras, el nuevo Bautismo no será solo un Simbólico lavado de los Pecados, como el Bautismo de Juan, será un renacimiento del hombre en la Gracia. En el Bautismo de Mesías el Mismo Espíritu Santo, como Fuego, quemará toda la impureza humana y prenderá en sus almas un fogoso deseo de servir a Dios. A quienes aceptarán al Mesías, Dios reunirá en Su Reino, como se junta el trigo en un granero. En cambio, los que rechazarán al Mesías, serán quemados como la paja, en el fuego eterno.
Mas adelante los Evangelistas relatan que durante uno de los Sermones del Profeta Juan al borde de Jordán: "Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él." Para que Jesús, excento de todo pecado, vino a Bautizarse? La respuesta a esta pregunta la encontramos en las palabras del mismo Profeta Juan, quien varias veces explicaba a los miembros del Sinedrion (Consejo Espiritual supremo): Yo vine a Bautizar en el Agua para que El (Cristo) sea revelado a Israel. O sea para que durante el Bautismo sea revelado quien es El. Hasta entonces Jesucristo vivía en la tranquilidad de Nazaret, conocido a los habitantes de esta pequeña ciudad, como hijo de María y del Carpintero José. Ahora Cristo Cumplió 30 Años y tenia derecho, según la ley hebrea, de enseñar al pueblo y tomar el nombre de "Rabbí" - Maestro. Llegó el tiempo de revelarse al pueblo, y para el pueblo de escuchar el testimonio sobre El, como el esperado Mesías. Esto se cumplió ahora en el borde de Jordán.
Sin embargo, cuando el Señor se Acercó a Juan, éste sintió Su gran y Divina Santidad, y dijo: "Yo necesito ser Bautizado por Ti, y Tu vienes a mi?" A esto el Señor Contestó: "Deja ahora, porque así conviene que Cumplamos toda Verdad." La Verdad, Jesús llama la voluntad Divina. La voluntad de Dios era que todos que deseaban ser miembros del bendito Reino de Mesías - se Bauticen. El Bautismo recibió la importancia de "Puerta" al Reino de Dios. Jesucristo, como el Progenitor de la nueva humanidad, regenerada por El, debía entrar primero en el Reino, creado por El, abrir a los hombres el camino de salvación y enseñarles a cumplir la voluntad de Dios. (Tomando en cuenta el constante deseo de Cristo de cumplir la voluntad de Su Padre, el profeta David dice en el salmo 40:7-9 - "He aquí, vengo...el hacer Tu voluntad, Dios Mío, me ha agradado..." comparar con Hebr. 10:5-9).
En el mismo tiempo, sumergiéndose el Salvador en las Aguas en el momento del Bautismo, santificó este Misterio, y trasformó la ceremonia simbólica en el Sacramento Cristiano regenerador.

Todos los que venían a Juan, primero Confesaban sus Pecados y luego se sumergían en el agua. Solo Jesús, carente de pecados, vino a Juan directamente para el Bautismo. Inmediatamente, saliendo del agua después del Bautismo, Jesús en el borde del río se puso a orar, y como Hijo de Dios, pedía a Su Padre Celestial de bendecir el comienzo de Su servicio social. De repente, mientras El oraba, se Abrió el Cielo y sobre Jesús bajo el Espíritu Santo en forma de una Paloma blanca. Y hubo una Voz de los Cielos, que decía: "Este es Mi Hijo Amado, en Quien tengo Complacencia." Estas Palabras de Dios Padre eran la indicación para Juan y el pueblo presente, de la dignidad Divina del Mesías, quien no solo es hombre, sino el Unigénito Hijo de Dios.
El triple milagro que se Produjo - abertura del cielo, descenso del Espíritu Santo en forma de Paloma y el Testimonio de Dios Padre - convenció Completamente a Juan que Jesucristo es el Esperado Mesías. Este visible descenso del Espíritu Santo sobre el Mesías Juan estaba Esperando, ya que Dios, enviándolo a la predica, le dijo: "Sobre quien veas descender el Espíritu Santo y que Permanece sobre El, este es el que Bautiza con el Espíritu Santo" (Juan 1:33). De manera que desde este momento, Juan el Bautista sin ninguna duda podía atestiguar que Jesús es Mesías y Cordero de Dios, que tomo sobre Si, los pecados del mundo. Poco después del Bautismo del Señor, el Profeta Juan le cedió algunos de sus Discípulos: los hermanos Andrés (El que fue Primero en ser llamado) y Pedro, y los hermanos Jacobo y Juan (El Teólogo). Siguiendo al Salvador, ellos se hicieron Sus primeros Discípulos y Apóstoles.


Kontaquio Tono 4:
 Hoy Te has aparecido al mundo y Tu luz, oh Señor, se ha grabado sobre nosotros que, conociéndote, Te cantamos: has venido y Te has manifestado, oh luz inaccesible.

Catecismo Ortodoxo 
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